lunes, 30 de julio de 2012

EL CONTACTO EN LA TERAPIA


El tácto como terapia

Está comprobado que todos necesitamos contacto físico para sentirnos bien, y una de las formas más importantes de contacto físico, de entre otros, es el masaje. Cuando tocamos o somos tocados o bien hacemos masaje o lo recibimos con espíritu solidario y alegre, llevamos vida a nuestros sentidos y reafirmamos la confianza en nuestros propios sentimientos, sensibilidad, emotividad, etc.

Muchas veces no encontramos las palabras adecuadas para expresar lo que sentimos y no acertamos como formular todo aquello que llevamos dentro y que sea inteligible para nuestro interlocutor. Otras veces, simplemente no nos atrevemos a decirlas, ya sea por timidez, por miedo, inseguridad o porque los sentimientos nos abruman, en esos casos se puede contar con la comunicación no verbal del tacto o contacto.

La palabra es muy importante pero no solo debemos utilizar el lenguaje, también debemos utilizar la sabiduría intuitiva, sin palabras y escuchar con el corazón nuestro propio silencio. Así percibiremos el significado más profundo del misterio que hay en nuestros rincones más profundos.

Los masajes o el contacto físico (caricia, imposición de manos, abrazo, besos, reiki, sexo), además de hacernos sentir bien, se emplean para aliviar el dolor, la depresión, la angustia el miedo y la ansiedad. Provocan alteraciones fisiológicas y orgánicas positivas en quien toca y en quien es tocado. Es de todos bien sabido que cuatro contactos físicos al día son imprescindibles para sobrevivir, ocho son necesarios para mantenerse y doce son recomendables para crecer como personas.




No hay comentarios: